Haz el bien sin mirar a quien..!!
Ser padres no es facil...No nacemos aprendidos para ejecutar tan alta responsabilidad..Con el tiempo vamos usando tres vertientientes que proceden de la experiencia misma y de otros que nos la comunican...Estas podrian ser...
1..La educacion que recibimos de nuestros padres, aplicada por herencia a nuestros hijos...
2.,El natural instinto de ser padres, que va desarrollando nuevas ideas aplicables en la conduccion de la educacion..!
3..Los pequenos tips que van nutriendo nuestra desarrollo como padres, producto de las experiencias de otras familias!!
Estos tres factores nos ayudan a formar a nuestros hijos en la adolescencia ..Una etapa muy dificil y de mucha atencion para con nuestros hijos!!
AcuarelaAriana!
Ser buenos padres de un adolescente
Los padres frecuentemente se involucran menos en las vidas de sus hijos cuando éstos entran a la secundaria. Pero un adolescente necesita la misma cantidad de atención y amor que cuando era más pequeño, y quizás un poco más.Una buena relación con los padres y otros adultos es la mejor defensa para los chicos a medida que van creciendo y explorando más.Para cuando llegue a la adolescencia, sus padres ya habrán tenido años de experiencia con él; el padre del bebé de hoy será el padre del adolescente de mañana. Su relación con su hijo puede cambiar - de hecho, es casi seguro que debe cambiar - a medida que desarrolla las destrezas necesarias para tener éxito como adulto. Estos cambios pueden ser agradables y beneficiosos. A medida que el joven se desarrolla mental y emocionalmente, sus conversaciones serán más ricas y sustanciosas. A medida que sus intereses se desarrollan y profundizan, el adolescente puede incluso enseñar cosas a sus padres, como algo de historia o los méritos de un nuevo libro.A pesar de las diferencias que existen entre las familias, las investigaciones científicas han demostrado que los padres eficaces poseen las siguientes cualidades en común:
Demuestran amor. Cuando los niños se portan mal, nos hacen enojar. Nosotros también nos sentimos mal porque estamos enojados o molestos. Pero estos sentimientos no quieren decir que no queremos a nuestros hijos. Los adolescentes necesitan adultos con quienes puedan contar - personas que formen un enlace con ellos, se comuniquen con ellos, inviertan tiempo en ellos y demuestren interés genuino por su bienestar. Así aprenden a cuidar y amar a otras personas.
Dan apoyo. Los adolescentes necesitan apoyo mientras batallan con problemas que quizás los padres y las familias no piensen que son tan importantes. Necesitan elogio cuando han dado su mejor esfuerzo. Necesitan aliento para desarrollar sus intereses y sus características personales.
Fijan límites. Los adolescentes necesitan padres u otros adultos que les den estructura y supervisión de manera consistente, firme y adecuada para su edad y etapa de desarrollo. Los límites ayudan a mantener emocionalmente seguros a todos los niños y adolescentes. Ellosnecesitan que los padres les digan, de ser necesario, “No, no puedes ir al centro comercial todo el día o al cine con ese grupo de muchachos". La sicóloga Diana Baumrind identifica tres tipos de padres: autoritario, indulgente y con autoridad experta. Al analizar los resultados de más de 20 años de investigación, ella y sus colegas descubrieron que para ser padres eficaces, lo mejor es evitar los extremos. Los padres autoritarios que imponen reglas rígidas y esperan que los hijos siempre obedezcan o los padres indulgentes que tienen pocas reglas y les dan demasiada libertad a sus hijos, son los padres que probablemente tendrán más dificultades con sus hijos. Los niños corren mucho riesgo de sufrir consecuencias negativas emocionales y en su comportamiento. Sin embargo, los padres con autoridad experta, quienes fijan límites claros y con buenas explicaciones, tienden a tener menos dificultades con sus adolescentes. “Hazlo porque yo digo” quizás no les rindió muy buenos resultados con su niño cuando tenía 6 años, y ahora que es un adolescente, les rendirá todavía menos.
Dan buenos ejemplos. Los adolescentes necesitan buenos ejemplos. Los padres deben intentar vivir con el comportamiento y los valores que esperan que su hijo desarrolle. Sus acciones dicen mucho más que sus palabras. Si fijan metas altas para sí mismos y trata a otras personas con amabilidad y respeto, es más probable que los hijos sigan su ejemplo. Mientras que los adolescentes exploran distintas posibilidades sobre quién quieren ser, ellos buscan ejemplos entre sus padres, sus compañeros, personalidades famosas y otras personas para definir quién serán.
Enseñan la responsabilidad. Nadie nace sabiendo cómo actuar responsablemente. Un sentido de responsabilidad se forma con tiempo. A medida que los niños crecen, ellos aprenden a hacerse cada vez más responsables por:- hacer sus deberes, como trabajar en el patio, limpiar sus cuartos, o ayudar a preparar la comida, deberes que contribuyen al bienestar familiar;- terminar su tarea sin que se les ruegue;- involucrarse en actividades comunitarias;- buscar formas de ayudar a otras personas; y- hacerse responsables por las buenas y las malas decisiones que toman.
Proveen una variedad de experiencias. La adolescencia es una buena etapa para explorar nuevas áreas y hacer nuevas cosas. El adolescente quizás intente nuevos deportes, o nuevos intereses académicos o lea nuevos libros. Quizás experimente con diferentes tipos de arte, o quiera aprender de distintas culturas o sobre carreras y tome parte en actividades comunitarias o religiosas. Según sus recursos, los padres pueden abrir puertas para su hijo. Pueden presentarle a nuevas personas y nuevos mundos. Al hacerlo quizás incluso recobren intereses o talentos que han ignorado por años, y pueden poner un buen ejemplo para sus hijos. No debe causar desaliento que los intereses del joven cambien, si bien debe ser guiado, ayudándole así a cometer posibles errores graves.
Demuestran respeto. Es muy tentador calificar a todos los adolescentes como rebeldes y dificultosos. Pero estos jovencitos varían tanto entre sí como los niños en cualquier otro grupo. Los chicos necesitan que se les trate con respeto, lo cual requiere que reconozcamos y apreciemos sus diferencias y que lo tratemos como individuos. Ellos también requieren que se les demuestre compasión al intentar ver las cosas desde su punto de vista y considerar sus necesidades y sentimientos. Al tratar al adolescente con respeto, los padres le ayudan a encontrar placer en el buen comportamiento.
No existen los padres perfectos. Pero no olvidemos que una mala decisión tomada durante un día difícil (o una semana o un mes) no tendrá un efecto negativo de larga duración en la vida de nuestros hijos. Lo que más importa para ser un padre eficaz es lo que hacemos (o no hacemos) mantenido en el tiempo.
Los padres frecuentemente se involucran menos en las vidas de sus hijos cuando éstos entran a la secundaria. Pero un adolescente necesita la misma cantidad de atención y amor que cuando era más pequeño, y quizás un poco más.Una buena relación con los padres y otros adultos es la mejor defensa para los chicos a medida que van creciendo y explorando más.Para cuando llegue a la adolescencia, sus padres ya habrán tenido años de experiencia con él; el padre del bebé de hoy será el padre del adolescente de mañana. Su relación con su hijo puede cambiar - de hecho, es casi seguro que debe cambiar - a medida que desarrolla las destrezas necesarias para tener éxito como adulto. Estos cambios pueden ser agradables y beneficiosos. A medida que el joven se desarrolla mental y emocionalmente, sus conversaciones serán más ricas y sustanciosas. A medida que sus intereses se desarrollan y profundizan, el adolescente puede incluso enseñar cosas a sus padres, como algo de historia o los méritos de un nuevo libro.A pesar de las diferencias que existen entre las familias, las investigaciones científicas han demostrado que los padres eficaces poseen las siguientes cualidades en común:
Demuestran amor. Cuando los niños se portan mal, nos hacen enojar. Nosotros también nos sentimos mal porque estamos enojados o molestos. Pero estos sentimientos no quieren decir que no queremos a nuestros hijos. Los adolescentes necesitan adultos con quienes puedan contar - personas que formen un enlace con ellos, se comuniquen con ellos, inviertan tiempo en ellos y demuestren interés genuino por su bienestar. Así aprenden a cuidar y amar a otras personas.
Dan apoyo. Los adolescentes necesitan apoyo mientras batallan con problemas que quizás los padres y las familias no piensen que son tan importantes. Necesitan elogio cuando han dado su mejor esfuerzo. Necesitan aliento para desarrollar sus intereses y sus características personales.
Fijan límites. Los adolescentes necesitan padres u otros adultos que les den estructura y supervisión de manera consistente, firme y adecuada para su edad y etapa de desarrollo. Los límites ayudan a mantener emocionalmente seguros a todos los niños y adolescentes. Ellosnecesitan que los padres les digan, de ser necesario, “No, no puedes ir al centro comercial todo el día o al cine con ese grupo de muchachos". La sicóloga Diana Baumrind identifica tres tipos de padres: autoritario, indulgente y con autoridad experta. Al analizar los resultados de más de 20 años de investigación, ella y sus colegas descubrieron que para ser padres eficaces, lo mejor es evitar los extremos. Los padres autoritarios que imponen reglas rígidas y esperan que los hijos siempre obedezcan o los padres indulgentes que tienen pocas reglas y les dan demasiada libertad a sus hijos, son los padres que probablemente tendrán más dificultades con sus hijos. Los niños corren mucho riesgo de sufrir consecuencias negativas emocionales y en su comportamiento. Sin embargo, los padres con autoridad experta, quienes fijan límites claros y con buenas explicaciones, tienden a tener menos dificultades con sus adolescentes. “Hazlo porque yo digo” quizás no les rindió muy buenos resultados con su niño cuando tenía 6 años, y ahora que es un adolescente, les rendirá todavía menos.
Dan buenos ejemplos. Los adolescentes necesitan buenos ejemplos. Los padres deben intentar vivir con el comportamiento y los valores que esperan que su hijo desarrolle. Sus acciones dicen mucho más que sus palabras. Si fijan metas altas para sí mismos y trata a otras personas con amabilidad y respeto, es más probable que los hijos sigan su ejemplo. Mientras que los adolescentes exploran distintas posibilidades sobre quién quieren ser, ellos buscan ejemplos entre sus padres, sus compañeros, personalidades famosas y otras personas para definir quién serán.
Enseñan la responsabilidad. Nadie nace sabiendo cómo actuar responsablemente. Un sentido de responsabilidad se forma con tiempo. A medida que los niños crecen, ellos aprenden a hacerse cada vez más responsables por:- hacer sus deberes, como trabajar en el patio, limpiar sus cuartos, o ayudar a preparar la comida, deberes que contribuyen al bienestar familiar;- terminar su tarea sin que se les ruegue;- involucrarse en actividades comunitarias;- buscar formas de ayudar a otras personas; y- hacerse responsables por las buenas y las malas decisiones que toman.
Proveen una variedad de experiencias. La adolescencia es una buena etapa para explorar nuevas áreas y hacer nuevas cosas. El adolescente quizás intente nuevos deportes, o nuevos intereses académicos o lea nuevos libros. Quizás experimente con diferentes tipos de arte, o quiera aprender de distintas culturas o sobre carreras y tome parte en actividades comunitarias o religiosas. Según sus recursos, los padres pueden abrir puertas para su hijo. Pueden presentarle a nuevas personas y nuevos mundos. Al hacerlo quizás incluso recobren intereses o talentos que han ignorado por años, y pueden poner un buen ejemplo para sus hijos. No debe causar desaliento que los intereses del joven cambien, si bien debe ser guiado, ayudándole así a cometer posibles errores graves.
Demuestran respeto. Es muy tentador calificar a todos los adolescentes como rebeldes y dificultosos. Pero estos jovencitos varían tanto entre sí como los niños en cualquier otro grupo. Los chicos necesitan que se les trate con respeto, lo cual requiere que reconozcamos y apreciemos sus diferencias y que lo tratemos como individuos. Ellos también requieren que se les demuestre compasión al intentar ver las cosas desde su punto de vista y considerar sus necesidades y sentimientos. Al tratar al adolescente con respeto, los padres le ayudan a encontrar placer en el buen comportamiento.
No existen los padres perfectos. Pero no olvidemos que una mala decisión tomada durante un día difícil (o una semana o un mes) no tendrá un efecto negativo de larga duración en la vida de nuestros hijos. Lo que más importa para ser un padre eficaz es lo que hacemos (o no hacemos) mantenido en el tiempo.